Los 10 principios básicos en creación de naming
¿Quieres conocer los 10 principios básicos en creación de naming? Te vamos a dar las claves para crear el nombre perfecto para tu empresa o producto; triunfar y ducharte con las lágrimas de tus enemigos.
Ahora que ya sabemos lo que es el naming, sabemos que un buen nombre para tu empresa o producto ha de tener ciertas características para echar el freno de mano en nuestro cerebro y así llegar antes a nuestros clientes potenciales.
Pero para poder asentarnos en la cabeza de nuestros clientes potenciales debemos generar una ventaja competitiva.
La Ventaja Competitiva
La ventaja competitiva es un concepto establecido en 1980 por Michael Porter. Se refiere a una característica única y sostenible en el transcurso del tiempo que no posea cualquier otra empresa que compita en el mismo mercado. Esta ventaja al ser única le brinda un posicionamiento favorable.
Debe ser única
No puede haber otra empresa que tenga algo similar a lo que tu organización ofrece.
Esto quiere decir, que al momento de desarrollar tu ventaja debes ser innovador y creativo, buscando siempre que tu empresa ofrezca algo que la competencia no tenga.
No puede ser fácil de imitar
Al momento del desarrollo de tu ventaja debes asegurarte de que esta no sea imitable a corto plazo.
Generalmente la competencia va a buscar la forma de copiar tu ventaja competitiva, así que, si se la dejas fácil, será copiada rápidamente y dejará de ser una ventaja.
Debe ser sostenible en el tiempo
Buscar que tu ventaja se mantenga por largo tiempo hará que esta sea realmente competitiva.
Es por eso que al momento de desarrollarla es muy importante que se base en una fortaleza de la empresa. De esta manera se va a evitar que la competencia pueda imitarla o superarla en un tiempo corto.
Existen distintos métodos, leyes, guíones, trucos o como quieras llamarlo para comprobar si el naming seleccionado describe tu ventaja competitiva que recomendamos apliquéis en vuestro naming:
1. Ha de seguir la línea de coherencia de la empresa.
Si estamos hablando realizar la creación de naming para una empresa de nueva creación es el momento de plantearte estrategias de branding para tu empresa, que luego definirán la línea a seguir. Pero si hablamos de un producto o sub-marca de una empresa, eso ya es otro cantar.
Para la creación de naming para un producto hemos de tener en cuenta la línea marcada por nuestro branding interno, de forma que sea coherente con el mensaje que quiere transmitir la marca (misión – visión).
2. Ha de transmitir fácilmente los valores de la marca.
Los valores de la marca son los que se establecen en nuestro branding. Donde se determina tu público objetivo (buyer persona), las estrategias de marketing oportunas para la marca, el tono y voz de la marca, imagen corporativa (logotipo) y papelería comercial y otros muchos factores.
Un ejemplo sería si tuviéramos una marca de perfume con una línea juvenil, fresca y ácida no la llamaríamos “Esencia de Magma”. Buscaríamos algo más corto, actual y exótico como “Zen”.
O si tuvieramos una clínica estética y resulta que queremos transmitir que trabajamos con tratamiento orgánicos y naturales, pues quizá lo mejor sería meterle conceptos como nature, air, life…aquí te dejo un artículo muy completo sobre marketing para clínicas estéticas que te ayudará.
Lo que sería perfecto es buscar un nombre que, de alguna forma, transmita lo que nuestra marca quiere comunicar, pero que no diga todo lo que va a hacer. Por que amigos, esto del naming no es más que otra forma de seducir a nuestros clientes y para ello a veces debemos dejar algo a la imaginación. Tener un poco de misterio también nos puede ayudar. Pero sólo un poco, eh?
3. Tiene que ser diferente, único y fresco.
Nadie ha dicho que esto sea fácil. Pero tenemos que encontrar ese nombre que te diferencie de tu competencia y que haga que tus clientes se tengan que preguntar porqué no te han conocido antes.
Ese nombre único que atraiga hasta tu competencia, obligándolos a buscar alternativas al inminente enemigo que se planta ante su casa. Por que recordad que el naming es un elemento muy poderoso.
La lucha por la diferenciación debe de empezar desde el primer momento. Tu nombre tiene que evocar a la diferenciación y novedad.
4. Ha de ser atemporal y vivo para poder adaptarse.
Se complica la cosa eh? Son dos conceptos que casi podríamos decir que son antónimos, pero si conseguimos un naming así nos puede resultar una marca poderosísima.
Unos ejemplos de namings atemporales y vivos podrían ser marcas como MANGO, GIRL o APPLE. Son namings de marcas que representan un concepto diferente de lo que son en realidad, creando esa sensación de atemporalidad.
Necesitamos realizar la creación de nuestro naming pensando en que se pueda extender a otros sectores o categorías, ya que si nuestro nombre es demasiado explícito y poco flexible no podremos aprovecharlo para otras categorías.
5. Ha de ser sugerente e impactante.
Nuestro nombre ha de decir, ¡eh, aquí estoy yo! Ante la elección de dos productos de similiares características, un nombre impactante puede determinar el éxito ante la elección por parte de tus clientes potenciales, no lo olvidemos.
Sin llegar a ser extravagante pero original. Que no deje a nadie indiferente, sobretodo si hablamos de clientes potenciales.
Que sea un naming atrativo, que invite a saber más sobre esa marca o producto. Con él, cualquier persona que lo escuche deberá de pensar, aunque suene a ciencia ficción, en justo lo que queremos que piense.
6. Ha de ser corto, fácil de recordar y de memorizar.
Como dice el refrán “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”. O como dice la célebre frase convertida en mantra “menos es más” del arquitecto Ludwig Mies van der Rohe. Hagamos caso a esto.
Los nombres de productos que se entienden fácilmente tienen más probabilidades de atraer a los consumidores a comprar.
El grado de recuerdo o pregnancia de un nombre de marca está vinculado a que sea original, que se asocie al concepto de producto o servicio, que sea breve y que sea fácil de memorizar.
7. Ha de ser confiable y tiene que generar credibilidad.
Ha de ser un nombre que diga, yo me fío. Un naming que tenga notoriedad incluso al primer vistazo. Un naming que exponga las virtudes de la empresa con el rigor y la seriedad que meerece tu marca.
Seguro que te ha pasado alguna vez que viendo la cara de alguien, sin conocerlo previamente, has pensado “seguro que me cae guay”. Pues con el naming pasa lo mismo. Hay nombres de empresa que causan este efecto en las personas. Tenemos que intentar subirnos a ese carro.
8. Tiene que ser fácil de leer, pronunciar y con una buena sonoridad.
La Eufonía de nuestro naming debe ser buena, es decir, resultar agradable para el oído del consumidor. Las letras “l, r, t, d” son de gran audición mientras que las letras “g, k” causan desagrado. Por otro lado, “x, k, j, t, w” dan a la marca sensación de robustez.
Si un nombre es difícil de pronunciar, existe una gran probabilidad de que nuestros clientes potenciales nos rechacen y opten por alternativas. Recordad que la pronunciación también puede tener impactos globales, como el caso del Pajero.
Si eres una empresa internacional, debes pensar en cómo tu nombre resonará con diferentes audiencias.
9. Hemos de poder registrarlo.
¿Y si nos hemos currado el naming perfecto para nuestra actividad y resulta que ya está registrado? Esto no nos puede pasar. Tenemos que comprobar previamente la viabilidad legal del nombre, pues la saturación de marcas trunca muchos procesos de naming.
El nombre y la imagen se deben de inscribir en el Registro de Patentes y Marcas, dependiente del Ministerio de Industria, para evitar imitaciones o plagios que puedan confundir a los consumidores.
10. Las connotaciones que pueda tener han de ser positivas.
Puede darse el escenario en que nuestra marca salga de nuestro lenguaje nacional y se embarque en el inmenso mar del lenguaje internacional. En ese caso deberemos pensar en qué significa nuestro naming en diferentes idiomas. No nos pase como al Mitsubishi Pajero.
Tu nombre si se ha de asociar a alguna idea o palabra, que sea positiva. De forma que al recordarlo con positivismo perdure en la memoria de nuestros clientes.
Existe una fonética positiva que, al margen del propio significado de los nombres de marca, se constituye como uno de los valores principales, por ejemplo que el nombre recuerde a la lengua materna, a seres queridos, personajes admirados, etc.
Conclusiones.
Ahora que ya conoces los principios básicos en creación de naming, toca romperse un poco la cabeza e intentar reunir las 10 características en un nombre, en el nombre de tu empresa.
Se que es más fácil de decirlo que hacerlo, pero si te encuentras atascad@, recuerda que nosotros nos dedicamos justo a eso. Y somos majos. Seguuuuro que si buscas una la mejor agencia de naming en google salimos nosotros, así que algo sabemos hacer guay.
Esperamos que estos 10 principios básicos en creación de naming ayuden a que tu marca o producto tenga el éxito merecido durante muchos años.